El aislamiento social y la cuarentena durante la pandemia de COVID-19
constituyen medidas efectivas con el objetivo de salvaguardar vidas. Sin embargo,
estas medidas traen consigo un importante costo para la salud mental (Broche-Pérez
et al., 2021). Hwang et al. (2020) considera importante diferenciar entre aislamiento
social y soledad, pues este último hace referencia a sentimientos subjetivos sobre
estar solo, y el aislamiento social se define como el nivel y la frecuencia objetiva de
interacciones sociales, aunque a menudo los dos fenómenos se dan a la vez. A pesar de
ser constructos diferentes, ambos tienen efectos perjudiciales para la salud (Hwang et
al., 2020). Por ejemplo, la revisión sistemática de Kuiper et al. (2015) encontró una
asociación significativa entre la el aislamiento social y la aparición de demencia. Por
otro lado, se ha propuesto que el motivo subyacente del impacto adverso del
aislamiento pueden ser los cambios comportamentales, incluyendo un estilo de vida
poco saludable como fumar, consumir alcohol, hacer poco ejercicio físico, no comer
adecuadamente, etc. (Hwang et al., 2020).


Broche-Pérez et al. (2021) analizaron el impacto negativo de la cuarentena y el
aislamiento social por la pandemia en la salud mental mediante una revisión
sistemática. Encontraron que entre las manifestaciones reportadas con mayor
frecuencia en los estudios consultados estaban los trastornos emocionales, depresión,
estrés, apatía, irritabilidad, insomnio, trastorno de estrés postraumático, ira y
agotamiento emocional.

Por otro lado, el estudio empírico de Cartagena Suárez et al. (2020) encontró
que, a causa del aislamiento social por la pandemia del COVID-19, los participantes
indicaron tener más dificultades para iniciar o mantener el sueño y sienten que no es
reparador, sintiendo el día siguiente somnolencia e irritabilidad. Según Barrenechea et
al. (2010) los pensamientos de temor activan las respuestas fisiológicas a través del
insomnio causando el deterioro paulatino del ánimo. Además, en general, los
participantes indicaron sentir irritabilidad, tristeza, impotencia, ira y miedo, asociados
a estados alterados del sueño (Cartagena Suárez et al., 2020).
Discusión.


A pesar de no haber podido acceder a estudios que vinculen directamente el
aislamiento social con el aumento de distorsiones cognitivas o la rumia, podemos
sugerir que esta relación existe observando las evidencias existentes. La cuarentena ha
aumentado considerablemente los síntomas depresivos y ansiosos, y la rumia y las
distorsiones cognitivas han sido consideradas por múltiples autores un factor que
favorece tanto el inicio como el mantenimiento de estos síntomas. Por otro lado, esto
concuerda con el aumento de insomnio entre la población, ya que ser incapaz de
abandonar los pensamientos rumiantes puede tener este efecto. Del mismo modo, la
aparición de sintomatología obsesiva entre los adultos mayores que ha encontrado
Broche-Pérez et al. (2021) también evidencia la aparición de distorsiones cognitivas.
Para futuras investigaciones sería interesante estudiar la relación directa entre
la falta de interacciones sociales con el aumento de la rumia y las distorsiones
cognitivas, y como esta relación impacta sobre la salud mental de las personas.

Referencias
Barrenechea, M. B., Gomez, C., Huaira, A. J., Pregúntegui, I., Aguirre, M., y Rey De Castro J.
(2010). Calidad de sueño y excesiva somnolencia diurna en estudiantes del tercer y
cuarto año de Medicina. Ciencia e investigación médica estudiantil latinoamericana,
15(2), 54-58.

Cartagena Suárez, L. J., Ramirez Pereira, W. C., Reyes Culma, A. M., Sierra Martinez, M. J., &
Villarraga Avila, P. L. (2020). Ansiedad producto del aislamiento por cuarentena
asociada al covid-19 en Bogotá.
Hwang, T. J., Rabheru, K., Peisah, C., Reichman, W., & Ikeda, M. (2020). Loneliness and social
isolation during the COVID-19 pandemic. International Psychogeriatrics, 32(10), 1217-
1220.
Kuiper, J. S., Zuidersma, M., Voshaar, R. C. O., Zuidema, S. U., van den Heuvel, E. R., Stolk, R. P.,
& Smidt, N. (2015). Social relationships and risk of dementia: A systematic review and
meta-analysis of longitudinal cohort studies. Ageing research reviews, 22, 39-57.

AUTORA

Miriam Souto Fernández