En terapia cuando necesitamos marcar un punto de partida en terapia de aceptación y compromiso, nos ayudamos de esta bonita metáfora. Nos ayuda a tomar perspectiva sobre el estado y satisfacción de nuestra vida, la forma en la que la abordamos, las acciones y estrategias que llevamos a cabo para abordar las dificultades. Este ejercicio es muy visual para identificar si las acciones de nuestro día a día están en sintonía con lo que es importante para cada uno y cada una, además te ayudará a saber si te está funcionando o por el contrario es el momento de cambiar.

La metáfora dice así:

«Supongamos que cada uno de nosotros somos jardineros, las plantas son las
cosas que más queremos en nuestra vida. Hemos seleccionado un lugar para
plantar nuestro jardín, hemos distribuido las plantas dejando más terreno para las
que más nos gustan, para las que queremos que más crezcan y menos espacio
para las plantas que no son tan relevantes para nosotros. Hemos preparado la
tierra, plantado semillas, algunas han brotado, unas con más fuerza, otras con
menos… Y claro, algunas plantas importan más que otras, puede no ser lo mismo
que se seque uno de los geranios a que se seque un rosal, el rosal puede que sea
una de las plantas que más importen, que se cuide con más mimo…
Ahora dime, ¿Cuáles son tus áreas o facetas de valor, como si fueran las
plantas de tu jardín?, ¿Cuánto te importa cada una de ellas?…Fíjate que no te
pregunto cómo están actualmente, sino que sector ocupan en tu terreno, te pregunto
sobre el valor que ellas tienen para ti…»
«Entonces tenemos la planta de tu pareja que te importa mucho y le das una
importancia de ….. sobre diez, el ámbito laboral que le has dado una importancia de
….., la planta de… Ahora bien, dime, actualmente ¿Cómo están las plantas de tu
jardín, están frondosas o más bien mustias?….
Si las plantas hablaran del jardinero ¿ qué crees que dirían?¿Dirías tú que el
jardinero está poniendo todo el abono necesario, que el trabajo que está haciendo
es suficiente según la importancia que cada una de sus plantas tiene?…Ahora te
pido que mires tu comportamiento como jardinero y que me digas de cero a diez lo
fiel que estas siendo con tus plantas….»


«Podríamos decir que las cosas desagradables, las que de alguna manera no te
están dejando cultivar las plantas que más quieres vendrían a ser las malas hierbas
del jardín, éstas que crecen y lo ponen feo. Y dime tú como jardinero, ¿Qué haces
con la mala hierba que aparece en tu jardín ?…Apenas ves que están apareciendo,
rápidamente te afanas en arrancarlas ¿verdad?…Y hacer esto rápidamente ¿hace

que la mala hierba desaparezca por completo?…Desaparece a la corta pero a la
larga, al otro día, que pasa… ¿otra mala hierba?, ¿En otro lugar? Y entonces, tú
rápidamente a arrancarla….y de nuevo…En tu experiencia, ¿consigues erradicar por
completo la mala hierba?»
«Dime, sí el jardinero sólo se ocupa de arrancar la mala hierba porque no la
quiere tener en su jardín, porque si ve malas hierbas, no está dispuesto a cuidar del
resto de plantas:
¿Qué pasaría si emplea todo su tiempo erradicar la mala hierba?¿cómo
estarían entonces sus plantas, solo dedicándose a cortar y cortar la mala
hierba?¿Podría regar, mover la tierra y abonar sus plantas?¿Podría emplearse en
cultivar sus plantas?…
¿Y si la mala hierba fuese parte de tener jardines?¿Y si hubiese que aprender a
vivir con lo que el jardín ofrece a cada momento? Porque, dime una cosa, siempre
pendiente de la mala hierba… ¿Estás disfrutando de las plantas que te da tu
jardín?…

Fuente: “Terapia de aceptación y compromiso. Un tratamiento conductual orientado a los
valores”. Kelly G. Wilson y M. Carmen Luciano Soriano (2009, Ediciones Pirámide). Pág. 113-114.