Esta semana os acercamos al apasionante mundo de la dislexia, un trastorno que a muchos os sonará de oídas, pero que cada vez es más común sobre todo en el campo de la Psicología. Se trata de una dificultad que en ocasiones se resuelve en la etapa escolar mediante estrategias que el niño desarrolla o bien por un refuerzo extraescolar, en cambio, hay casos en los que es imprescindible la ayuda de un profesional especializado que aporte herramientas para facilitar el aprendizaje de la lectoescritura.

La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura. Según la Asociación Internacional de la dislexia (2002):

  • Dificultad específica de aprendizaje. Se leen palabras de manera poca precisa y fluida. Tienen problemas para escribir, faltas de ortografía abundantes y dificultades en la lectura.
  • Es un trastorno específico de aprendizaje de la lectura.

Existe evidencia de que la dislexia forma parte de un continuo, no es un fenómeno de todo o nada, sino que, al igual que el peso o la talla, se expresa en distintos grados. La habilidad lectora sigue una distribución normal y la dislexia representa el extremo inferior en un continuo (Shaywitz, 1992).

Los sujetos que presentan dislexia suponen el 80% de las personas diagnosticadas de trastorno de aprendizaje, siendo la prevalencia entre el 2 y el 8% de los niños escolarizados. El porcentaje de niños con dislexia es mayor que el de las niñas; también es muy habitual que tengan antecedentes familiares en lo que se refiere a la dislexia, aunque estos familiares pueden no haber sido diagnosticados.

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Ejemplo de un ejercicio.

¿Cómo detectar si un niño es disléxico?

  • La alteración de los niños disléxicos está en el desarrollo de las reglas de conversión grafema-fonema, es decir, de las letras escritas al su sonido en nuestro idioma. Por ejemplo: escribir la “P” o decir oralmente la /P/.
  • El problema de los disléxicos, no sólo está en los numerosos errores que cometen, sino también en la lentitud con la que leen y en la comprensión lectora, por lo que les exige una mayor concentración para poder entender lo que están leyendo.
  • Los hispanohablantes, es más característico la falta de fluidez que de precisión, en comparación a los hablantes de otros idiomas.
  • Presentan errores en la descodificación lectora:
    • Omisiones.
    • Repeticiones.
    • Fragmentación de palabras.
    • Uniones indebidas.
    • Sustituciones.
    • Paralexias fonológicas y/o semánticas.
    • Pérdidas de renglón.
    • Entonación.
    • Lentitud.

Según el CIE-10, los disléxicos manifiestan de forma característica dificultades para:

  • Recitar el alfabeto.
  • Denominar letras.
  • Realizar rimas simples.
  • Analizar o clasificar los sonidos.

Desde Clínica Emae esperamos haber podido acercar una semana más un poquito acerca de lo que aquí trabajamos, y sobre todo, saber un poquito más acerca de las maravillas de nuestro organismo, y con él, nuestro cerebro.

Un saludo.

By Maria Mateos Díaz.