Ya después de más de siete meses de “nueva normalidad” siguen y se suman más situaciones de agitación social, incertidumbre hacia el futuro, desconfianza sobre  cómo se está manejando la situación desde lo más cercano (nuestros vecinos) hasta lo más alejado (instituciones y gobiernos).Las consecuencias que genera la alarma social afectan la salud de las personas con episodios de estrés que a la larga generan enfermedades biológicas, como la alteración de la presión, cambios de humor, dolores de cabeza y alteración intestinal, entre otras.  Todo esto es un caldo de cultivo perfecto para provocar reacciones fisiológicas (insomnio, agitación, hiperventilación, …), emocionales (inseguridad, tristeza, frustración o impotencia), mentales (rumia, pensamientos catastrofistas sobre el futuro, juicios contínuos, etc) . Mantenidas en el tiempo puedan ser abordadas de forma más perjudicial (búsqueda de información continuada, chequeo de síntomas, de medidas sociales, consumo de alcohol, agresividad, ….).  Suena un poco paradójico y más aún tratándose de situaciones de emergencia y poco usuales para la ciudadanía, pero cuando una persona pierde la calma, empieza a desesperar, dejarse llevar de la ansiedad, del pánico. Pone en riesgo su vida y la de los demás”. Una posible solución a esta agitación podría ser el no dejarse llevar por esa piedrecita que hay en el camino y desarrollar habilidades para encontrar soluciones llevadas a cabo por la reflexión. Básicamente, en este momento se está poniendo en juego la capacidad de desarrollar nuestro autocontrol y capacidad de autorregulación. 

No está afectado por la enfermedad, pero siente…

Sensaciones físicas

Palpitaciones, elevación frecuencia cardiaca, sudores, temblores, sensación de ahogo, náuseas, mareos, escalofríos, miedos, dificultades para dormir…


Para lograr una mejor regulación y gestión emocional, nuestro equipo de psicólogos sugiere TRES TÉCNICAS que pueden ser aplicadas en situaciones de presión y estrés.

PRIMERA: “Respiración profunda” 

 Le recomendamos respirar profundamente por la nariz, contar cuatro o cinco tiempos,  y exhalar por la boca al menos por el doble de tiempo ( ocho o diez tiempos), si le resulta muy difícil puede empezar por tres (inhalación) y seis (exhalación) . Deberá repetir esta respiración cinco veces. Es común que en las primeras se sienta un poco agitado y que finalmente en la quinta pueda recuperar un poco de calma. 

SEGUNDO: “CUIDE SUS HÁBITOS: Mantener una higiene de hábitos no siempre tiene que ser aburrido” 

  • Evita la sobre información y las noticias no contrastadas.
  • Confía en los sanitarios y las pautas marcadas.
  • Cuidar la alimentación, sin obsesionarse.
  • Cuidar una rutina saludable, que implique saltar de vez en cuando a otra cosa. Esta nueva normalidad debe prolongarse por lo que debe ser amable consigo mismo/a, las sorpresas son muy agradables, permítase saltarse algún día la rutina. Esto lo puede hacer una vez o dos por semana sin preocuparse, puede incluso mejorar su estado de ánimo.
  • Un poco de humor siempre viene bien.
  • No cambies tus hábitos más allá de guardar las pautas de seguridad. Si haces ejercicio, sigue haciéndolo (adaptándolo a las condiciones posibles), duerme lo que necesites, ni más ni menos,  cuida tu alimentación y tus hobbies o busca nuevas aficiones, etc.
  • Hay que reconocer los sentimientos de miedo y angustia que se están viviendo estos días sin dejarse llevar por el alarmismo.
  • Echa mano a tus capacidades de afrontamiento y tu experiencia.

TERCERO: “CUIDE SU CUERPO”  Dedique un tiempo a realizar estiramientos y  acuda regularmente al fisioterapia. 

Para muchos/as de nosotros esta nueva normalidad está aumentando los hábitos sedentarios, y no siempre es posible mantener la actividad en estos tiempos. Puede que tu cuerpo se resienta con dolores y contracturas provocadas por malas posturas, atrofias musculares o tirones que pueden ocurrir tras hacer sobre-esfuerzos.

Realizar estiramientos diarios, ejercicios pautados por fisioterapeutas marcados a sus condiciones específicas y desbloquear a través de la manipulación de un fisioterapeuta u osteópata le puede ayudar a sentirse mejor durante estos meses.  No se le suele dar demasiada importancia a este aspecto y sin embargo, es fundamental, los dolores afectan al estado del ánimo y el estado del ánimo afecta en cómo abordamos nuestros problemas. Por lo que tener una higiene  y cuidar nuestro bienestar físico es una pieza fundamental.

ANTE TODO, recuerde que en estos momentos sentirse acompañado / acompañada es importante, por lo que sí a lo largo de las semanas se siente desbordado / a por sus emociones, miedos y le afecta a sus relaciones familiares, pareja, trabajo. Le recomendamos que busque ayuda en uno de nuestros profesionales, ellos y ellas pueden ayudarle tanto en el cuidado de su cuerpo como en el cuidado emocional, así como, el acompañamiento en este año duro que nos espera. 

Texto:

María Luisa Mompean y Esperanza Merlos