“El bullying es un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y o agresividad física de unos niños hacia otros, que se convierten de esta manera en víctimas”. “Un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos” (Olweus, 1998)

 

Los principales roles en este comportamiento cada vez más al alza en los centros educativos:

 

  • Víctima: es la persona sometida que sufre la violencia del agresor, siempre es uno. Hay dos tipos de víctima, una “provocadora”  que por su torpeza social o psíquica no sabe o no puede tener relaciones normales con sus compañeros, estos se sienten provocados o agredidos y responden con violencia. Y una víctima “pasiva” que suelen ser físicamente, psíquicamente y socialmente más vulnerables por tener menos recursos. Cuando se meten con ellos invierten su energía mental en tratar de “ponerse a salvo”
  • Agresor: es el que domina y somete por la fuerza a su víctima. El agresor puede ser unos o varios y el tipo de agresión puede ser  física (directo o indirecto), verbal, psicológica, social, sexual, ciberbullying (acoso indirecto y anónimo) y happy slapping (antesala de la violencia de género).
  • Espectador: el que observa las agresiones. Son los compañeros del agresor y de la víctima que no hacen nada aunque saben que hay actos de intimidación.

 

Se estima que en los ámbitos escolares, la agresividad está jalonada de episodios que suceden casi con asiduidad diaria en más de 50% de los centros y casi la mitad de los alumnos están implicados en situaciones de abuso.

 

¿Cómo detectar si mi hijo sufre acoso escolar?

Existen una serie de indicadores de bullying, tanto del que sufre, lo provoca y lo observa que nos ayudan a identificar cuando existe una posible víctima, agresor o espectador.

 

Indicadores de victimización:

  • La mayoría de las veces no lo cuentan a los adultos.
  • Conductas de miedo, huida y evitación:
    • Para llegar o salir de la escuela espera que no haya nadie.
    • Escoge rutas ilógicas para ir y venir de la escuela, rehuye.
    • Falta a clase por miedo o ansiedad.
    • Se aísla socialmente, en la escuela o en la calle.
  • Conductas públicas que expresan inseguridad:
    • Busca la cercanía de adultos en los recreos y lugares comunes de la escuela.
    • Busca “amigos” y compañeros de juego de menor edad.
    • Se coloca en lugares alejados del resto.
  • Rendimiento Académico:
    • Descenso del rendimiento académico
    • Dificultades de atención y concentración
  • Conductas de ansiedad y estado afectivo emocional:
    • En algún momento llora y muestra dolor físico o psíquico.
    • Tristeza, humor inestable y poco comunicativo.
    • Irritabilidad, ataques de ira o rabia.
    • Somatizaciones diversas: dolores de cabeza, dolores de estómago, pérdida del apetito, etc.
    • Finge dolencias para evitar determinadas situaciones o entornos.
    • Nerviosismo, angustia, pesadillas,….
    • Conductas de infantilización y dependencia.
  • Conductas problemáticas:
    • Adopción del rol de bufón o “hazmerreir”.
    • Coger dinero o cosas de casa para saldar deudas que no existen, originadas por alguna amenaza o chantaje

Indicadores del agresor:

  • Tiene comportamientos agresivos con los miembros de la familia.
  • Ignora los derechos de los demás
  • No comunican a menudo que ha tenido epsiodios de agresiones o insultos a compañeros de la escuela.
  • Se muestra enfadado con frecuencia, impaciente y emplea tonos despreciativos en su valoraciones sobre los demás.
  • Se siente con frecuencia insatisfecho, sin motivación para trabajar con los demás
  • Trata de imponer su criterio utilizando la agresividad verbal, física o psicológica.
  • No controla sus reacciones
  • Sospechamos que ejerce el maltrato a los compañeros.

Si tienes alguna sospecha o duda de que tu hijo/a pueda estar pasando por una situación así. No dudes en contactar con nuestro centro.  Atendemos a este tipo de demandas escolares, y otras dentro del ámbito de la Psicología Infantil.  Para más información puedes pinchar aqui