Hace unos días, el famoso cocinero Alberto Chicote presentó un programa llamado “¿Te lo vas a comer?”, donde realiza una serie de reportajes sobre temas de alimentación y consumo y aborda asuntos que conciernen a toda la sociedad. Es el caso de las residencias de ancianos, donde no siempre los pacientes y sus familias saben a ciencia cierta el tipo de alimentación que reciben. En el programa se hace aún más visible la importancia de la presencia de profesionales como los logopedas en residencias, debido a que se abordó el tema de la desnutrición, sin comentar que muchos casos de desnutrición son debidos a problemas en la deglución. Aprovechando este programa, vamos a explicar qué es la disfagia y por qué es tan importante que se realice un cribado de esta alteración en residencias y realizados por profesionales cualificados.

Podemos definir la disfagia como una alteración a la hora de tragar alimento, la cual puede conllevar riesgo de obstrucción de la vía aérea, y puede ser diferente según el trastorno sufrido.

Encontramos, principalmente, la disfagia orofaríngea y disfagia esofágica. La disfagia orofaríngea se caracteriza por la dificultad de manipular el alimento, sobre todo los líquidos, en la boca e iniciar la deglución. Se suele observar regurgitación nasal, tos durante o después de deglutir, o, incluso, cambios en el tono y en la pureza de la voz. Es común en casos de demencias, parkinson o ELA. En la disfagia esofágica, la dificultad es frente a los alimentos sólidos. Además, esta alteración puede estar presente por el envejecimiento. Un estudio reciente en EEUU de la National Foundation of Swallowing Disorders (Fundación Nacional de Trastornos de la Deglución) determina que, al menos el 20% de los individuos de 50 años, presentan algún grado de dificultad a la hora de tragar alimentos, incrementándose este número con el envejecimiento.

Según un estudio realizado en 66 Residencias Geriátricas (RG) de Barcelona sobre 1777 personas, el 54,54% de las residencias cuentan con alguna persona que padece disfagia. Además, hay confusión en el concepto de disfagia. Al preguntar al personal de las RG por las personas que presentan problemas en la deglución, les remiten a todos los residentes que toman triturado sin discriminación. Otro dato contradictorio y que nos demuestra que la disfagia es un síntoma poco conocido es el hecho de que solamente en el 13,54% de los casos consta en la historia clínica.

Un artículo publicado por Europa Press el 6 de marzo de 2018 hace alusión a que más del 60% de ancianos presenta alteraciones de la deglución, porcentaje que se incrementa hasta el 84 por ciento en pacientes con enfermedades de Alzheimer y Parkinson.

Barcelona, 30 nov 2016 (EFE).- Los tratamientos de neurorrehabilitación consiguen que el 75 % de las personas con Disfagia Orofaríngea (DO) puedan volver a ingerir líquidos, según dijeron expertos en esta enfermedad en un acto en el Colegio de Médicos de Barcelona. Esta enfermedad se asocia a la edad y afecta a más del 25 % de personas mayores de 70 años que viven en su domicilio, y hasta el 60 % de los ancianos que viven en residencias geriátricas, y es directamente responsable en España del 10 % de reingresos hospitalarios de estos ancianos.

Julio Ampuero, especialista en neuropsicología, señala que la rehabilitación logopédica permite reducir el riesgo de aspiración y optimizar la hidratación y nutrición.

Las consecuencias y las posibles complicaciones que aparecen en la disfagia pueden ser infecciones respiratorias, neumonías aspirativas (primera causa de muerte en demencias avanzadas), malnutrición o deshidratación.

Ante estas situaciones se recurre normalmente a la sonda nasogástrica o a la sonda por gastronomía endoscópica percutánea. La prescripción de estas es muy alta, observándose que, en las residencias, el 51% de los casos de disfagia en mayores utilizan SNC, junto a un 20% que usan PEG. (Botella-Trelis y Ferrero López, 2002).

Sin embargo, el uso de estas sondas no reduce la presencia de atragantamientos, pues puede haber aspiración por tragar saliva o regurgitación del alimento ingerido. También se ha demostrado que el uso de las sondas puede empeorar la situación pulmonar en caso de riesgo de las vías aéreas, pues la zona faríngea se halla alterada por la sonda y el reflejo tusígeno puede estar suprimido.

Es, por todo ello, que la presencia del logopeda en la rehabilitación de la disfagia es crucial. Con la ayuda de las técnicas logopédicas, se podrá evitar el empeoramiento del estado de estas personas, evitar atragantamientos, aspiraciones, etc. Existe una incidencia muy alta de aspiración silente y por esta razón la neumonía es la causa principal de muerte en diversas enfermedades.

Autor: Tomás Nicolás Martínez

Logopeda del centro