Cuando salimos una noche y nos desmelenamos, en ocasiones, al día siguiente, presentamos una disminución de nuestra calidad vocal: ronquera, carraspeo, dificultad para realizar diferentes tonos vocales, etc. A esto no se le llama afonía (pérdida total de la voz), sino DISFONÍA. Este problema puede  tener multitud de causas, siendo la principal, el mal uso vocal, muy común en profesionales que utilizan su voz constantemente. Este mal uso vocal nos puede producir lesiones orgánicas tales como nódulos, pólipos, edemas de Reinke, etc.

Si presentáis una disfonía con una duración de más de 3 semanas, es muy recomendable que acudáis al otorrinolaringólogo, el cuál os diagnosticara la lesión que pueda haber. Seguidamente, debéis realizar una rehabilitación logopédica con el fin de suprimir los hábitos que hayan producido esa disfonía.

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Paula Hernández Micol

Logopeda