Hoy, día 6 de marzo, se celebra el Día Europeo de la Logopedia. Pero, ¿sabemos qué es
la Logopedia?
En ocasiones se confunde esta profesión con otras, como la podología. También se
suele aplicar el estereotipo de que son los profesionales que se encargan de la /erre/,
pero va mucho más allá. Los logopedas se encargan del estudio, evaluación,
diagnóstico y tratamiento de los problemas de habla, voz, lenguaje y deglución.
La distinción entre problemas de habla, voz y lenguaje suele traer confusiones entre la
gente. El habla, cuya definición es muy extensa, se puede describir como la parte
motora del lenguaje. Es decir, cuando nuestras estructuras orofaciales se armonizan
para emitir palabras. La voz, en cambio, son los sonidos emitidos, gracias al trabajo de
los pulmones expulsando aire y las cuerdas vocales vibrando. Por último, podemos
explicar el lenguaje como la representación mental de unas normas que utiliza una
comunidad para expresar pensamientos e ideas.
Un problema de habla sería, por ejemplo, una dislalia. Esto es una dificultad en la
emisión de algún sonido. También lo sería una disartria, que se puede definir como un
trastorno motor del habla de origen neurológico que está caracterizado por lentitud,
debilidad, imprecisión, incoordinación, movimientos involuntarios y/o alteración del
tono de la musculatura implicada en el habla. Un problema de voz sería una disfonía,
en el cual se ven alterados los componentes de la voz, como el volumen o la
intensidad.
Uno de los puntos que menos se conocen en el trabajo logopédico es la intervención
en trastornos de la alimentación y de la deglución. Estos pueden ser debidos a
dificultades para tragar alimentos (disfagia), problemas para masticar, rechazo de
alimentos o interposición de la lengua al tragar (deglución atípica).
En el momento en el que tengamos una duda de que estamos frente a alguno de estos
problemas, hay que acudir al profesional colegiado.

 

Autor: Tomás Nicolás

Logopeda en Clínica Emae