Después de que tu padre, madre, hijo, … llegue a casa después del ictus, lo más normal es que te sientas profundamente angustiados, no sabes si estará bien, que secuelas le quedarán o que puedes hacer tú para que esté bien. Todo el rato le miras de reojo, tratando de que no se de cuenta, «¿estará bien?¿le hará falta algo?, ¿se pondrá bien?…». Una mañana se fue esa persona fuerte y resolutiva, en la que te apoyabas, para volver como una criatura a la que proteger y cuidar, que te necesita para valerse, pues al salir del hospital os han dado la noticia, «hay secuelas». Pues cuando en una familia entra la palabra «ICTUS» a ser uno más, surgen infinidad de preguntas y problemas asociados:

– Aumenta el estrés. De repente en la familia, todos estamos más inquietos. No sabemos muy bien que pasará, ¿dónde tenemos que ir? ¿cómo se cuida a una persona en este estado?

– Se modifican los roles familiares, ahora las decisiones te toca tomarlas a ti, tendrás que decidir desde la ropa que se pondrá esa mañana, que hacer con sus cuentas o donde llevarlo para la rehabilitación.

– El duelo. Nuestro familiar no ha muerto, pero ya no está, no es igual que antes y ahora necesita nuestra ayuda.

– Nos vemos aislados socialmente, poco a poco, la gente de nuestro alrededor nos deja de llamar para quedar, ahí estamos nosotros, solos ante el problema.

Por todo eso es importante saber que no estás solo, que tu familiar ha sufrido un ictus y ya nada será como antes, sin embargo, eso no debe de suponer el fin de vuestro bienestar emocional. Es necesario buscar ayuda cuando es necesario. A veces es recomendable ponernos en manos de profesionales, que nos den las pautas adecuadas para afrontar la nueva situación que se nos presenta, antes de que se convierta en un problemas mayor y enquistado en nuestra familia.

Por ello recomendamos a familiares que acudan tan importante como el paciente es que el cuidador tenga herramientas para abordar la situación. En Emae nuestro equipo de psicológo y neuropsicólogo pueden ayudar con todas las dificultades que vayan apareciendo. Para más información haz click aquí.

Autora:

Esmeralda García Chumillas.

Neuropsicóloga del centro.