Cuando hablamos de anorexia entendemos por esta un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y que lleva a un estado de inanición. Se caracteriza por el miedo a aumentar de peso y por una percepción errónea de la imagen corporal, viéndose la persona gorda aun cuando su peso se encuentra por debajo del recomendado.

Como familiar de un enfermo por anorexia existen varias conductas que se consideran RECOMENDABLES llevar a cabo con el objetivo de que se produzca una mejoría clave en la persona afectada ya que le ayudará a obtener un nivel de vida óptimo. Entre estas encontramos:

 

  1. Proporcionarle apoyo emocional sobretodo en momentos en los que pueda ser proclive a un atracón. Recordarle que está a su lado.
  2. Retomar hábitos saludables en cuanto a la comida sin ceder ante sus caprichos.
  3. Asegurarse de que la persona enferma está siguiendo la dieta establecida por un nutricionista en función de su estado.
  4. Eliminar la báscula de casa de modo que no pueda saber si ha engordado o no.
  5. Estructurar los horarios de las comidas, estableciendo de 3 a 5 al día.
  6. A la hora de realizar la compra, llegar a un acuerdo con el resto de familiares acerca de qué alimentos comprar intentando que no haya en casa muchos alimentos de fácil preparación de manera que se eviten los atracones de comida.
  7. Limitar los actos de la paciente explicándole que deberá reparar todo aquello que dañe. Por ejemplo, si consume mucho agua porque tira varias veces de la cadena cuando vomita deberá pagar los costes.
  8. Favorecer una comunicación positiva, no enjuiciadora, relacionándose con afecto pero intentando que cada uno siga con su rol de padre, madre o hijo.
  9. Desdramatizar y hablar con ella pacíficamente, mostrándose comprensiva y manifestando las cosas como opiniones y no como verdades absolutas.
  10. Resaltar y dar importancia a sus cualidades positivas así como recordarle aquellas que los demás ven en ella.
  11. Explicarle cómo se desarrolla el cuerpo humano y discutir la necesidad de tener un cuerpo “perfecto”.
  12. Hablar acerca de los inconvenientes de realizar una dieta restrictiva y sus consecuencias para el organismo.
  13. Expresarle que a menudo la preocupación y miedo a ganar peso nos hace vernos más gordos de lo que estamos realmente.
  14. No quedarse solo ante el problema si cree que se le va de las manos, solicite ayude de un profesional, bien al orientador del centro bien a un psicólogo clínico.

 

Por otro lado, hay algunos comportamientos que deben evitarse ya que NO se consideran RECOMENDABLES a la hora de ayudar al enfermo a recuperarse. Algunos de ellos son los siguientes:

 

  1. Mantener una comunicación negativa, empleando chantajes emocionales o realizando comentarios sarcásticos acerca de cualquier tema relevante para el enfermo (dieta, ejercicio, cuerpo ideal, etc.)
  2. Castigar, ya que esto fomentará que se realice la conducta en secreto.
  3. Vigilar a la persona puesto que supondría una pérdida de libertad y una intromisión en su intimidad.
  4. Permitir que cocine por su cuenta ya que de este modo no se podrá mantener ningún control sobre sus conductas alimentarias.
  5. Esconder la comida o poner candados en la despensa, debido a que estos comportamientos crearán cierta desconfianza entre los miembros de la familia y el apoyo emocional entre ellos no será posible.

 

Una vez comentadas aquellas conductas que pueden ser eficaces para ayudar a un familiar con anorexia, te recomendamos ponerlas a prueba en base a tus recursos personales. En caso de que resultara más complicado de lo esperado, podemos ayudarte a tí y a tu familiar con pautas y herramientas para abordar este problema y dejarlo atrás. 

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